Además de la atracción popular de la «piscina», un charco de agua en un banco de arena donde se sirve ron, la isla de Saona, en el parque nacional protegido de Este, también merece una visita «por otras razones». Apodada la «perla de la costa caribeña», protegida de los vientos, su laguna acoge a las aves migratorias entre una fauna y flora protegidas.
Con una superficie de 130 km2, sigue rodeada de grandes playas vírgenes de arena blanca salpicadas de palmeras. Siempre y cuando no te detengas en las playas frente a la costa de Bayahibe, donde catamaranes, barcos y «lanchas» (pequeñas embarcaciones turísticas) desembarcan turistas de lejos (y numerosos). La travesía a la isla dura unas dos horas.
Después del regreso de los barcos, a las 03:00 PM , la pequeña Saona encuentra sus paisajes de postal. Dos pequeños pueblos pesqueros, Adamanay y Mano Juan, a los que sólo se puede acceder en barco, no tienen ninguna infraestructura hotelera, pero es posible negociar una cama con particulares.
Isla Saona es rocosa y tiene bastantes grutas y cavernas en el noroeste de su geografía, y es una zona muy interesante debido a la gran cantidad de reliquias indígenas que se han encontrado allí. La costa presenta bordes rocosos bajos con ensenadas arenosas, y es donde se encuentra el único lugar de la isla que presenta una ligera elevación sobre el nivel del mar, al que llaman Punta Roca.
Por la tarde, los viajeros regresan a sus hoteles, pero si aún deseas permanecer en la isla durante la noche, la organización dispone de tiendas de campaña para aquellos que quieran alargar su visita.
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Si tiene tiempo, puede alquilar los servicios de un pescador de un día en Bayahibe por 1,500 pesos. Una solución que te deja libre de elegir los lugares de picnic, las horas de salida y de regreso.
Como llegar a Isla Saona: